(Relato completo)
“El hombre miró a la mujer, en el otro
extremo del cuarto.
- El sábado, de paso que vengo a buscar a
los niños, me llevaré los libros.
La mujer siguió con los brazos cruzados,
sin moverse.
- Eres el hijo de puta más hijo de puta que
he conocido en mi vida.
- Pues deberías alegrarte de perderme de
vista.
La mujer se dejó caer en un sofá como un
muelle que se destensa.
- No puedo vivir sin ti- dijo muy bajo.
El hombre suspiró con impaciencia.
- Por favor, no empecemos de nuevo.
- No te vayas. Podrás hacer lo que quieras,
te lo juro. No te pediré nada. Pero no te vayas. Te lo ruego, te lo suplico de
rodillas…
Avanzó hacia el hombre e intentó
abrazarlo. Él retrocedió un paso.
- ¡Basta, por favor! Se ha acabado,
¿entiendes? Quiero a otra mujer, quiero vivir con ella. No te rebajes de ese
modo. Que quede al menos un recuerdo digno.
La mujer se irguió. Salió del cuarto y
volvió enseguida con dos niños de la mano.
- Papá nos deja para siempre. Se va con otra
mujer y con otros niños.
- ¡Estás completamente loca!- dijo el hombre
sin alzar la voz.
Se puso en cuclillas para hablar a la
altura de los niños.
- Vendré a recogeros el sábado e iremos al
Parque de Atracciones. Lo pasaremos muy bien. Y me llevaré mis libros- añadió
antes de salir.
Cuando se oyó la puerta de la calle, la
mujer dijo:
- Hoy dormiremos los tres juntos- después
fue a la cocina y abrió las llaves del gas.
En la cama, el hijo mayor preguntó: “¿Se
va con otros niños? ¿Se olvidará de nosotros?”
La mujer los abrazó y dijo con voz
tranquila:
-
Duerme, cariño. Papá nunca podrá
olvidarse de nosotros.”
JAPUTAAAAAA.
ResponderEliminarpos vaya, to solucionao, no me gusta
ResponderEliminar