“Marta quería algo suave y Carvalho
solicitó un Alexandra. Él repitió el Singapur.
-
¿Siempre bebe tanto? Va a acabar con el
hígado hecho polvo.
-
Ya lo tengo
-
¿Y le gusta tenerlo hecho polvo?
- No siento el menor afecto por mi hígado.
Ni siquiera lo conozco. No nos han presentado.
-
El hígado no es como el riñón, sólo se
tiene uno.
-
¿Está usted segura?”
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