“- Lo lamento –dijo Frodo-; estoy
asustado y no siento ninguna lástima por Gollum.
- No lo has visto –interrumpió Gandalf.
- No, y no quiero verlo –replicó Frodo-.
No puedo entenderte. ¿Quieres decir que tú y los Elfos habéis dejado que
siguiera vivo después de todas esas horribles hazañas? Ahora, de cualquier
modo, es tan malo como un orco, y además un enemigo. Merece la muerte.
- La merece, sin duda. Muchos de los que
viven merecen morir, y algunos de los que mueren merecen la vida. ¿Puedes
devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el
más sabio conoce el fin de todos los caminos.”