sábado, 11 de febrero de 2012

“DE QUÉ HABLO CUANDO HABLO DE CORRER”, de Haruki Murakami


         “No existe en ninguna parte del mundo real nada tan bello como las fantasías que alberga quien ha perdido la cordura.”

(……)
      “Los músculos son como animales de carga dotados de buena memoria. Si los vas cargando gradualmente y con mucho cuidado, los músculos se van adaptando de manera natural para resisir esa carga. (……) Pero, si dejas pasar unos días seguidos sin hacerles trabajar, automáticamente piensan “¿Cómo? ¿Ya no tenemos que esforzarnos hasta ese punto? ¡Uf, qué bien!”, y van bajando el listón.”

(……)
      “Para mí, correr a diario es vital, de modo que no puedo aflojar o dejarlo sólo porque estoy ocupado. Si tuviera que dejar de correr solo porque estoy ocupado, sin duda no podría correr en mi vida. Y es que razones para seguir corriendo no hay más que unas pocas, pero, si es para dejarlo, hay para llenar un tráiler.”

(……)

      “Es mi cuerpo el que me insta espontáneamente a salir a correr. (……) Los tiempos no me preocupan. A estas alturas, estoy seguro de que, por mucho que me esfuerce, ya no conseguiré correr como antaño, cosa que aceptaré sin reparos. No me resulta agradable, pero es lo que tiene envejecer. Del mismo modo que yo desempeño mi papel, el tiempo desempeña el suyo. Y este lo hace con mucha mayor fidelidad y precisión que yo.”