lunes, 14 de noviembre de 2011

“PEQUEÑAS INFAMIAS”, de Carmen Posadas.


      “Recordó el tacto húmedo de su tierna boca y luego un sabor metálico, mezcla de cobre con estaño quizá. ¿Iré bien?, pensaba Karen. Veamos, más profunda la lengua, tanto que por un momento creyó que iba a rozarle la campanilla. Sin embargo, corrigió el rumbo justo a tiempo, prefiriendo pasar la punta sobre los perfectos dientes de Chloe: molares, premolares, caninos, incisivos; un beso demasiado detergente, se dijo, minucioso en extremo y de una precisión poco romántica, pero ¿cómo demonios se besa a una chica que lleva un piercing en la lengua y otro en el labio inferior?”




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